En los últimos dias, tras el anuncio de Lorena Ochoa que dejaba (temporalmente), los torneos, se ha creado una polémica de llamar la atención. Por qué genera tanta atención que una mujer, sea cual sea su actividad, decida hacer pausa en su carrera y quiera dedicarse a construir una familia, hornear pasteles, criar niños o simplemente sentarse en una mecedora.
Cierto es que no es cualquier mujer, ya que entre sus logros, lleva tres años siendo la número uno del mundo en el Golf femenil. Aun asi, las reacciones han sido exageradas y hasta cierto punto egoistas.
En nuestro país tenemos tan pocas figuras deportivas de ese nivel, y estamos tan ansiosos de ídolos, que cuando alguien repunta, tendemos a sobredimensionarlo. Estamos tan al pendiente de su carrera y sus logros, que los consideramos casi nuestros.
Asi que, cuando decide hacer algo que esta en contra de lo que consideramos correcto para su carrera o su vida personal, (por ejemplo tener familia o tomarse tiempo para redireccionar objetivos), nos sentimos hasta cierto punto traicionados y molestos.
Si bien es cierto, todos quisieramos verla jugando porque lo hace muy bien, pero habría que entender que es una persona, que ademas de tener una carrera exitosa y ser muy admirada, tiene también una vida personal, la cual quiere completar muy a su manera y es algo que deberiamos respetar y no estar con cuestionamientos egoistas y fuera de lugar.
Esperemos regrese pronto a la actividad (si es que lo hace), para seguir admirandola y disfrutando verla caminar por el campo y lo más importante, levantando los títulos.
